sábado, 25 de septiembre de 2010

TESTAMENTO ENRIQUE PINTI

Yo, hombre del medio-pelo argentino, en mis cabales y absolutamente responsable del momento que me toca morir, digo vivir... dejo todo mi agradecimiento a las fuerzas vivas, muy vivas, yo diría avivadas, que me gobernaron con total falta de respeto e identidad profesional.

A los conservadores aristocráticos de la primera hora, les dejo un manual de historia argentina que la relean a ver dónde dice que en una república democrática alguien pueda creerse superior a los demás por cuestiones de linaje y casta, sobre todo, siendo hijos de inmigrantes como cualquiera, un hombre de esa prosapia trucha, con horrorosos latifundios digno del peor señor feudal del medioevo en pleno siglo XXI y cagarse en el pobre insultándolo con una caridad, que en 90 % de las casos es humillante e insuficiente.

A los correligionarios radicales les dejo una brújula para que, al saber dónde está el Sur y dónde está el Norte, sepan también definirse entre la izquierda y la derecha o el centro en vez de ser alternativamente seudo bolches o gorilas conservas.

A los distinguidos camaradas de la izquierda argentina les dejo un manual "titulado" ¿Qué es la clase obrera? Con modelo para armar incluido, a ver si así pueden explicarse qué les faltó para lograr un puto voto del laburante que, ante la confusión de prédica que iba desde el hermetismo intelectual a la declaración de guerra de guerrillas, prefiriendo (y esto debe ser único en el mundo) votar a la derecha o apoyar dictaduras populistas.

A los compañeros peronistas les dejo el manual de la contradicción perpetua y fanática donde se explica como un movimiento populista que lucho contra el conservadorismo puede llegar a ser un movimiento conservador que acusa de populista a los que luchan contra los conservadores y cómo se puede glorificar a Evita haciendo todo lo contrario de los que hacía ella. También les dejo un bombo para que lo conviertan en shopping y un CD doble con canciones de Menem y música de Palito Ortega cantado por María Julia.

A los milicos que tengan menos espíritu de cuerpo y a los curas que tengan menos cuerpos y más espíritu.

Y a las generaciones venideras sepan que hubo una vez un país rico, grande, lleno de buena gente al cual unos pocos pícaros avivados hundieron sin remedio.


Enrique Pinti

miércoles, 22 de septiembre de 2010

El Principio del Vacio: Joseph Newton

Usted tiene el hábito de juntar objetos inútiles en este momento, creyendo
que un día (no sabe cuando) podrá precisar de ellos.
Usted tiene el hábito de juntar dinero sólo para no gastarlo, pues piensa
en el futuro podrá hacer falta.
Usted tiene hábito de guardar ropa, zapatos, muebles, utensilios domésticos
y otras cosas del hogar que ya no usa hace bastante tiempo.
Y dentro suyo?...Usted tiene el hábito de guardar broncas, resentimientos,
tristezas, miedos, etc.
No haga eso. Es anti-prosperidad.
Es preciso crear un espacio, un vacío, para que las cosas nuevas lleguen a
su vida.
Es preciso eliminar lo que es inútil en usted y en su vida, para que la
prosperidad venga.
Es la fuerza de ese vacío que absorberá y atraerá todo lo que usted desea.
Mientras usted está material o emocionalmente cargando cosas viejas e
inútiles, no habrá espacio abierto para nuevas oportunidades.
Los bienes precisan circular. Limpie los cajones, los armarios, el cuarto
del fondo, el garaje.
Dé lo que usted no usa más.
La actitud de guardar un montón de cosas inútiles amarra su vida.
No son los objetos guardados que estancan su vida, sino el significado de
la actitud de guardar.
Cuando se guarda, se considera la posibilidad de falta, de carencia.
Es creer que mañana podrá faltar, y usted no tendrá medios de proveer sus
necesidades.
Con esa postura, usted está enviando dos mensajes para su cerebro y para su
vida:
- Ud no confía en el mañana
- Ud cree que lo nuevo y lo mejor NO son para usted, ya que se alegra con
guardar cosas viejas e inútiles.
Deshágase de lo que perdió el color y el brillo y deje entrar lo nuevo en
su casa y dentro de si mismo.
Después de leer esto, no lo guarde compártalo.