sábado, 27 de noviembre de 2010

Un poema para una tarde nublada...


Destruimos siempre aquello que más amamos
en campo abierto, o en una emboscada;
algunos con la ligereza del cariño
otros con la dureza de la palabra;
los cobardes destruyen con un beso,
los valientes destruyen con la espada.



Oscar Wilde, Balada de la cárcel de Reading.

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